23 de agosto de 2009

Las opciones de Jesús


El domingo pasado, los panistas de Torreón eligieron a Jesús de León Tello como su candidato a la presidencia municipal. El ex diputado federal fue el único aspirante al puesto, ya que previo al proceso interno, los dos grupos antagónicos (el de Guillermo Anaya y el de José Ángel Pérez) pactaron el resultado con la condición de que Rodolfo Walls (delfín del alcalde) encabezara la lista de regidores.

Bajo tales decisiones antidemocráticas, las posibilidades de ver a otros personajes pugnar por el sitio simplemente se esfumaron. Mal entendida queda la “unidad” dentro del panismo torreonense, pues para llegar a dicho puerto deben dejarse de lado los intereses voraces, algo que no ocurrió en el caso referido.

Pero, regresando al tema central, luego de su “triunfo”, de León enfrentará una empresa titánica: ganarse la confianza de la ciudadanía, no sólo de los panistas alineados.

Jesús, tiene pinta de sensato, y quienes lo conocen confían en su capacidad y buenas intenciones, pero precisamente en ello estriba el reto: permear tales conceptos en el pópulo, entre la masa votante. No en la gente de las colonias de clases media y alta (voto duro azul), sino en los rincones de Torreón donde la mano ancha del PRI toca hasta las amígdalas.

Y es que, mientras el PRI local, cobijado por la infraestructura del Gobierno Estatal, ha trabajado (en sentido positivo y negativo) durante los últimos cuatro años para hacerse con la alcaldía, el PAN ha insistido en auto flagelarse por dos vías: la primera, a través de la muy mala administración de Pérez Hernández, y la segunda, paradójicamente, con el auto exilio de sus otros líderes, en los que se incluye a de León y al propio Anaya, que vivieron más pendientes de cosechar beneficios de su estancia en el DF que de los devenires en su tierra.

Por ello, hoy que retorna al terruño al cien por ciento, y aspira a que el blanquiazul refrende el triunfo en las urnas, Jesús de León tendrá que construir una estructura robusta e inteligente, que le asegure la competitividad necesaria para detener a la apisonadora priísta, la cual entiende a los comicios de Octubre como la plataforma idónea para cerrar el círculo de la omnipotencia a nivel estado.

No son muchas las opciones del panista, pero por bien de la comunidad, más vale que las multiplique rápidamente, y que obligue a sus rivales a la sensatez. Sólo así ganará el pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario