10 de mayo de 2009

El único


  Durante el pasado fin de semana, Guillermo Anaya, actual senador por Coahuila y ex alcalde de Torreón, le dio a conocer a Vanguardia su deseo de contender por la gubernatura del estado en las elecciones de 2011.

  Cierto es que dentro del panismo coahuilense, el primer compadre del país parte como favorito en una carrera en la que también otros blanquiazules como Ernesto Saro terminarán enlistándose, pero también lo es que desde que despacha en el Senado, descuidó notoriamente sus bases locales, el bastión que le permitió llegar al sitio que hoy ocupa.

  Para poder anotarse con la fuerza necesaria dentro de su partido como hacia la sociedad en general, Guillermo tendrá que armar una estrategia puntual y exacta, en la que mantenga el apoyo de la cúpula panista nacional, y no olvide a Torreón y al resto de la entidad.

  Si Acción Nacional tiene en él a su aspirante idóneo para permitir la alternancia en Coahuila, habrá de coadyuvar en el esfuerzo y convencerle de que, bajo ninguna circunstancia, mantenga su desapego actual.

  Coahuila requiere imperantemente que Acción Nacional se convierta en una verdadera posibilidad de ocupar el cargo que hoy ostenta Humberto Moreira, pues para que su desarrollo no dependa expresamente de los designios del gobernador priísta en turno, la alternancia debe significarse como una posibilidad real.

  Y Anaya, con todo lo bueno y lo malo, es quien puede pelear con mayores chances en contra del poder de rostro sempiterno.

  Que mantenga las opciones depende de sus próximas decisiones. 

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