10 de enero de 2010

Mordaza y pelos de punta


Los medios de comunicación laguneros están con los pelos de punta, dudosos y temerosos del futuro próximo. Y es que, sin previo aviso, las autoridades de Torreón decidieron que el único funcionario posibilitado para declarar ante los reporteros será Miguel Mery Ayup, secretario del Ayuntamiento.

Y el erizamiento de los pelos se debe a que la mina de notas de relleno que a los periodistas les fascina explotar, ha sido clausurada, lo que pone en entredicho la certeza de que las planas de los periódicos y el tiempo al aire de los noticieros puedan cubrirse cabalmente. Sin “notas” de declaraciones intrascendentes y muchas veces absurdas, habrá qué ver…

A tal acción, los heridos medios, le han llamado “Ley Mordaza”, un mote inadecuado porque un mandato proveniente de la alcaldía a sus subordinados no es, ni de lejos, una ley, sino sencillamente una política de comunicación interna, la cual, guste o no, se maneja a criterio.

Seguramente, el alcalde Eduardo Olmos, asesorado desde Palacio Rosa, le ha negado la aparición en medios a sus trabajadores por dos motivos: el primero, para que los reflectores se centren en su persona, y el segundo, para que el tepache no se riegue. Y en su derecho está.

Con esto, debe aceptarse que lo discutible, o, mejor dicho, los temas que deberían desprenderse en la presente coyuntura son mucho más trascendentes que los caprichos mediáticos: la transparencia y el profesionalismo tanto del gremio periodístico como de los gobiernos en el área de comunicación.

En lugar de criticar una decisión interna, los medios podrían encabezar un movimiento de refundación del acceso a la información pública municipal, lo que determinaría un mayor apego por la investigación y no sólo adaptarse a la búsqueda de declaraciones constantemente inocuas. De lograrlo, los beneficios serían mayúsculos.

En cuanto a la autoridad, si además de evitar que los funcionarios otorguen entrevistas, arma una estructura de acercamiento, rendición de cuentas y ruedas de prensa en tiempo y forma, como ocurre en el primer mundo, estaremos como ciudad, dando un paso gigante hacia el deber ser de la relación sociedad – gobierno.

Aunque, claro, primero ambos tendrán que quitarse encima su velo de obnubilación.

2 comentarios:

  1. César, como todos tus comentarios, este es una muestra de reflexion y analisis. No se trata de una ley mordaza, como bien dices, sino de una politica de comunicacion social que se utiliza en paises avanzados, y en regiones que quieren concentrarse en lo sustantivo. Estoy de acuerdo contigo
    saludos.
    Heriberto Ramos

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  2. Gracias, amigo. Ojalá que los interesados coincidan

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